Cuando la pandemia causó esta disrupción sin precedentes en el viaje de negocios, la mayoría de las empresas reinició sus estrategias; revisando, reinventando e intensificando la tecnología y transformación digital. De este modo, toda una serie de prioridades fueron tomando fuerza en las empresas del sector; como la robótica de software en algunos procesos; gestión del dato y analítica digital de gestión, e-commerce, marketing y distribución, experiencia digital del cliente, etc.
Todos sabemos y somos conscientes que estamos viviendo una situación de crisis inédita en el sector, por lo que las relaciones humanas tienen un gran papel en el impulso y la reactivación. En aras de apoyar a un sector devastado, ahora en los viajes de negocios se buscan oportunidades más eficaces, priorizando inversiones y siendo eficientes. Además, hoy se trabaja de manera conjunta – algo histórico – la estrecha colaboración privada-privada, y público-privada, que tendrá como resultado una transformación en clave sostenible, digital y competitiva del Business Travel y que debería captar casi diez mil millones de euros en los próximos dos años.
Si hay algo que nos ha enseñado esta crisis, es que resulta muy complicado hacer previsiones y que, por tanto, todos somos absolutamente flexibles. (empezando por las compañías aéreas) – Las empresas han sabido adaptarse con mucha rapidez a los cambios y a la evolución de la demanda para poder aprovechar cualquier oportunidad. La adaptación a las restricciones, y la capacidad de adecuar la forma de trabajar a unas exigencias del mercado mucho más cortoplacista, junto al intento de búsqueda de negocios complementarios para mantener la actividad y, sobre todo, el empleo, ha sido un factor especialmente clave para la recuperación.
Por último, las empresas han sabido generar confianza y planificar la misma. Están realizando una comunicación excelente que llega al cliente y viajero y están certificando sus procesos e instalaciones para generar un nivel de confianza máximo. El control sobre los accesos y el aforo, tanto en espacios cerrados como al aire libre, la gestión de las distancias de seguridad entre las personas, el uso adecuado de mascarillas, guantes y protocolos de actuación en caso de que se pueda detectar algún contagio han hecho que los viajeros de negocios formen parte del selecto grupo de la reactivación. Cabe destacar que seguramente se sigan creando en las empresas nuevos sistemas para informar a los pasajeros sobre qué pruebas, vacunas y otras medidas requieren antes de viajar, detalles sobre dónde pueden hacerse las pruebas y darles la capacidad de compartir sus pruebas y resultados de vacunación.
Entre todos debemos ser optimistas y creer en la vacunación, porque tenemos sobrada capacidad para recuperar los números previos a la crisis e incluso superarlos.
Por André Ibañez Global Travel & Events Manager en Maxam
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