Estados Unidos se está planteando endurecer las normas de viaje esta semana para afrontar la amenaza que supone Ómicron. La Administración Biden planea exigir a todos los viajeros que se sometan a una prueba diagnóstica un día antes de la salida, independientemente de su estado de vacunación (las normas actuales exigen que los viajeros se sometan a las pruebas en un plazo de tres días).
En este sentido, Irlanda exigirá a todos los viajeros una prueba de Covid-19 negativa, independientemente de su estado de vacunación, no más de 48 horas antes de la llegada, si es test de antígenos, o una prueba PCR no más de 72 horas antes de la llegada. Esta nueva norma entrará en vigor a partir del próximo viernes 3 de diciembre.
Noticias negativas para viajes y turismo
Los analistas de Banco Sabadell consideran que se trata de «noticias negativas, puesto que vuelve a poner de nuevo trabas a los viajeros internacionales«, aunque añaden que «es complicado valorar el impacto que ello podría conllevar, dado que son solo trabas y no prohibiciones«.
Estos expertos recuerdan que «el mercado americano en IAG pesa un 17% de sus ventas en un año normalizado y un 30% de su capacidad. Este segmento geográfico es de especial relevancia por la posición de dominio de British Airways en el Atlántico Norte, el cual tiene un mayor ingreso unitario (por mayor peso business) y, por ende, una mayor rentabilidad, apoyado en los viajes de negocios».
Según sus cálculos, «a los precios actuales y asumiendo un margen EBIT recurrente del 12%, el mercado estaría descontando unos niveles de capacidad del 60% vs 2019, que nos parece exagerado teniendo en cuenta que, por el momento, hay muchas incertidumbre alrededor de la nueva variante Ómicron».
Fuente: bolsamania.com
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