Los «millenials» están cambiando la forma de gestionar los viajes de negocio.Y aunque todavía conviven estilos diferentes a la hora de trasladarse de un lugar a otro por motivos de trabajo, ya no hay marcha atrás: hay que dar respuesta a las necesidades que impone un nuevo viajero digital que se mueve por negocios, que está permanentemente conectado, que quiere conciliar y también tiempo de ocio durante la estancia.
Detrás, la crisis económica y la digitalización han dando lugar a una transformación de las empresas relacionadas con el sector para adaptarse a una nueva realidad. «Las compañías viajan ahora de forma más inteligente y sobre todo más eficiente», comenta Luis Dupuy, director general de American Express Global Business Travel España. «Tienen un mayor control del gasto en la partida de viajes y eso ya será para siempre», aventura.
El barómetro europeo de viajes de negocios, publicado por American Express Global Business Travel, prevé que las compañías españolas incrementen un 4% su gasto en viajes corporativos este año respecto a 2015. La internacionalización de muchas de ellas, como único camino para soportar los envites económicos o porque su mercado ya esta copado en España, «ha provocado que muchas compañías no hayan dejado de viajar, incluso han viajado más.Eso sí siempre optimizando los costes», dice Dupuy.
Aparte de que se ajusten presupuestos en estos desplazamientos y estancias, el viajero hiperconectado demanda programas de viajes corporativos flexibles e individualizados. Según el estudio «Meet the modern business traveller», de la Association of Corporate Travel Executives y American Express Global Business Travel (GBT), los viajeros de negocios de hoy dan cada vez mayor importancia a la calidad de vida, se preocupan más por mejorar la conciliación, piden la posibilidad de ir acompañados por un familiar durante el viaje, y contar con tiempo libre.
Entre sus mayores preferencias figura el hecho de poder combinar negocios y ocio, es lo que se conoce como el «bleisure» (trabajo más placer). «Cuando el viaje coincide con un viernes o es un destino emblemático es habitual que quedarse unos días más», dice Ignacio Sanz, director-gerente de Hélice Viajes. «Es lo que se conoce como el empleado-viajero feliz, que exige un viaje sencillo, seguro y útil, una estancia grata. Y eso redunda tanto en él como en la empresa», asegura Juan Carlos González, managing director de BCD Travel España.
No obstante, conviven diferentes perfiles de viajero: «El más tradicional, que quiere un trato más directo y cercano —explica Dupuy— y se comunica a través de email y teléfono; los que mantienen una posición híbrida entre la tradición y nuevas tecnologías, y el tercer nicho de viajeros digitales, que se mueve en la soluciones tecnológicas para gestionar sus propios viajes».
Y a esta realidad se adaptan las agencias de viajes de empresa o «business travel», que no solo reservan billetes, alojamientos, pensión… Ahora ofertan un servicio integral con productos de valor añadido. «Hemos hecho un esfuerzo para ser digitales. Estamos en ese escaparate que es internet 24 horas al día y 365 días al año. El usuario ya no se desplaza a una oficina para viajar, lo hace online con la agencia», señala Sanz. Algo que ha cambiado las organizaciones. «En nuestras sedes sorprende el silencio y el orden —comenta González—: son equipos amplios de consultores y agentes de viajes interactuando con las empresas, con los proveedores y con sus compañeros a través de procesos sistematizados e integrados, sin ruidos, sin papeles. La gestión de la cuenta de viaje de una empresa solo se debe enfocar como una relación de partner».
El valor añadido viene a través de funciones de consultoría y asesoramiento, además de dar mayor seguridad personal al viajar. Algo, esto último, que se ha convertido en una gran preocupación en los últimos años debido a los conflictos internacionales.
Las agencias ya ofrecen servicio de emergencia 24 horas ante cualquier imprevisto; facilitan la comunicación constante entre viajero y compañía, informan y controlan los gastos del viaje, asesoran a la empresa dónde puede ahorrar en esta partida… El propio «travel manager» necesita herramientas online, matiza Dupuy, «que permitan facilitar el pre y el post viaje: herramientas de autorreserva, de pago y gestión de gastos…». Otro reto es la economía colaborativa, como apunta González. De hecho, existe una creciente demanda de servicios de redes de transporte privado (tipo Uber) y de alojamientos a través de plataformas colaborativas.
«Las pymes no necesitan una agencia de viajes porque internet les da todo. Sin embargo, una gran empresa que tiene 30 o 40 personas viajando durante todo el mes, sí en ese trabajo», aconseja Sanz. Algo que comparte González: «Las business travel serán cada vez más solicitadas porque vamos hacia escenarios cada vez más complejos, más integrados y con ofertas amplias y dinámicas de productos y precio».
Fuente: ABC.es
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