Las compañías británicas que quieran operar en Europa deberán mudar sus oficinas centrales a algún país de la Unión Europea tras la oficialización del Brexit. Bruselas ha puesto contra las cuerdas a Ryanair, Easy Jet y British Airways, tras mantener reuniones privadas entre sus ejecutivos y altos funcionarios de la UE.De no ser así, los niveles de negocio y la cuota de mercado de las reinas del “low cost” no se mantendrán por mucho tiempo. De este modo, el gobierno británico intentará cerrar acuerdos comerciales que sean “flexibles”. Según The Guardian, las aerolíneas se muestran contrarias a las consecuencias que tendría el Brexit, ya que no se beneficiarían de las ventajas del mercado único.
Es más, la salida de la Unión Europea supondrá una reestructuración en las aerolíneas, que deberán reducir algunos puestos de trabajo en Gran Bretaña y crearlos en las sedes europeas. Las compañías británicas no descartan invertir capital en la Unión o trasladar filiales que permitan mantener esa cuota de negocio.
Representantes de EasyJet, British Airways, IAG, Ryanair y el Grupo Tui se reunieron con el grupo de trabajo del Brexit de la Unión Europea y tras las advertencias, las compañías se preparan para lo que puede ser un duro golpe y no se quedan atrás con sus estrategias.
EasyJet contará con una filial con licencia de la UE, que operará simultáneamente mientras mantiene su sede en Reino Unido. Por su parte, desde Ryanair, Michael O’Leary afirma que se adaptarán, aunque advierte de la peligrosidad de un “Brexit duro” para la industria aeronáutica. Mucho se está hablando de las consecuencias del Brexit, pero lo cierto es que existe una gran incertidumbre al respecto de cara a este año y 2018.
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