Según el estudio Tendencias en los Viajes de Negocio 2018, elaborado por la Asociación Ibérica de Gestores de Viajes de Negocio (IBTA) y la Global Business Travel Association (GBTA), más del 60% de los travel managers prevé incrementar en 2018 el volumen de viajes que gestiona. Conocemos este dato en un contexto marcado por la positiva coyuntura económica que atraviesa el sector respecto a años previos y cómo no, por los retos y oportunidades que las tecnologías plantean.
No es de extrañar además que un mundo globalizado, a menudo una vorágine de idas y venidas, el sector siga avanzando y sean cada vez más las necesidades planteadas por esta área, tanto para viajes internos entre distintas sedes del grupo como externos en relación con nuestros partners.
Esta necesidad es un denominador común compartido por muchas empresas pero se hace importante destacar cómo la esencia de la compañía debe ser el elemento diferenciador en la gestión. En nuestro caso, esta gestión se sustenta en todo caso sobre la base férrea de nuestra propia visión y valores corporativos.
Valores como la capacidad de liderar con el ejemplo; mantenernos unidos; la renovación y mejora para crear un mejor día a día con soluciones innovadoras; la conciencia de costes; cuidar de las personas y el planeta; ser diferentes con un sentido; la aceptación y delegación de responsabilidades y la sencillez a la hora de solucionar problemas, dirigen nuestra actividad y determinan la forma en que somos y hacemos. Siempre con una misma visión, nuestra esencia: “crear un mejor día a día para la mayoría de las personas”.
Lo que nos hace diferentes y únicos en IKEA son estos valores, nuestra cultura y nuestra idea de negocio. Esta idea de negocio se basa en ofrecer productos de diseño, de calidad, sostenibles, funcionales y a un precio asequible para la mayoría de las personas. Estas son precisamente las bases de nuestro diseño democrático.
Con él, nos hemos convertido a lo largo de nuestra historia en líderes y referentes de la decoración en el hogar, siempre posicionando al cliente en el centro, superando sus expectativas y ayudando a que pueda disfrutar de un mejor día a día en el hogar. Es esto mismo lo que determina nuestra dedicación por mejorar también “el día a día” de nuestros empleados y empleadas, y por ende, nuestra política de viajes corporativos.
En base a todo ello, resumiría en cuatro cuestiones nuestro “ser y hacer” en esta política: no viajamos en clase preferente, pero no necesitamos autorización alguna para solicitar un viaje; no nos alojamos en hoteles 5*, pero lo hacemos en hoteles de 4* funcionales, sostenibles, de calidad, de precios asequibles y buen diseño (¿Os suena? Sí, de nuevo nuestro diseño democrático); aplicamos la sencillez y simplicidad también en nuestra política de viajes, que es además igualmente válida para cualquiera de nuestros empleados y empleadas; y siempre antes de viajar valoramos que sea realmente necesario, que el asunto de, por ejemplo, la reunión, no pueda solventarse de forma virtual (sí, aquí entra de nuevo en juego nuestro sentido de la sostenibilidad, tanto a nivel de conciencia de costes como en el efecto que nuestras acciones tienen en las personas y el planeta).
¿Es tu política de viajes también fiel reflejo de los valores de tu empresa? Os invito a reflexionar.
María Dolores Linero
Meeting and Travel Manager
Ikea
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