En los últimos tiempos, las empresas españolas, y con el objetivo primordial de poder ponerse a la altura de las empresas internacionales extranjeras (sobre todo americanas, británicas y del Norte de Europa) con procesos de buen gobierno interno y otras políticas ocupacionales más desarrolladas y avanzadas, están viendo crecer su necesidad de dar a sus viajeros y expatriados una adecuada protección, que dé comienzo desde la información, para continuar con la formación, prevención y, ya en destino, una protección de seguridad que garantice la tranquilidad del empleado y ofrezca servicios de asistencia médica de calidad.
Sin duda, esta motivación en la empresa, y gracias a la creciente expansión internacional que vivimos actualmente indudablemente fruto de la crisis económica, no solo las grandes multinacionales, sino que ahora también las empresas medianas, ven un crecimiento continuo de desplazamientos internacionales de sus empleados. Es indispensable hoy en día dentro de la empresa, contar con soluciones internacionales de calidad, especialmente para los empleados que se desplazan a destinos que pueden conllevar un cierto riesgo médico y de seguridad personal, que garanticen la seguridad y el bienestar de su personal desplazado.
La empresa no sólo busca cumplir con su obligación legal y de responsabilidad corporativa frente al trabajador que viaja, como ampara la Constitución Española. Además, la empresa desea también ofrecerle a sus trabajadores la máxima tranquilidad habiendo hecho una buena evaluación previa de los riesgos a los que se van a enfrentar, informándoles, formándoles y poniendo a su disposición todas las medidas preventivas posibles y un plan de acción adecuado para reaccionar ante cualquier eventualidad de carácter médico-asistencial o emergencia de seguridad. En el caso de que dicho riesgo llegara a convertirse en una realidad de emergencia, la empresa siempre querrá estar dotada y capacitada para activar todos los recursos disponibles para paliar o remediar la situación de emergencia de la manera más efectiva posible.
Es por tanto fundamental que la empresa lleve a cabo una buena labor interna en este aspecto, analice detenidamente y considere todas las opciones posibles de apoyo y gestión que puedan estar disponibles y que cubran sus necesidades.
La empresa hoy en día, no debería delegar la prevención, asistencia y seguridad de sus empleados a terceros sin un mínimo de garantía ni aceptar cualquier opción sólo por razones de comodidad o bajo coste. Esto podría repercutirle muy desfavorablemente por obvios motivos legales, de imagen y responsabilidad corporativa en el caso de producirse cualquier emergencia de sus empleados en el extranjero.
A partir de este punto, muchas son las cuestiones que se puede plantear:
- ¿Conozco cuál es el alcance y calidad del servicio asistencial y de seguridad que la empresa aseguradora me ofrece actualmente o me va a brindar? ¿Se cuál es esta aseguradora si estos aspectos los estoy confiando a lo que me ofrece un medio de pago?
Si un desplazado, en viaje o expatriado, puede llegar a necesitar asistencia médica en el extranjero en algún momento, la empresa deseará que ésta sea la óptima para la mejor resolución de la incidencia médica. La empresa indudablemente revisará el alcance, calidad y efectividad del servicio que se le va a prestar y, de no ser plenamente satisfactorio, decidirá sustituirlo por otro que le ofrezca más garantías o que se sepa adaptar mejor a sus
- ¿Me ofrece mi seguro coberturas de seguridad ante riesgos de catástrofes naturales, pandemias, revueltas civiles y conflictos sociales o políticos, secuestros, etc? Si los ofreciera, ¿cuál sería su capacidad de actuación en estos supuestos?
Una buena labor de prevención y reacción ante cualquier eventualidad, ha de consistir en disponer de un estudiado plan de acción para resolver estas situaciones de la mejor manera posible, si se produce el caso.
Por otro lado, existe un concepto que, en países como EE.UU. o Inglaterra, lleva ya años implantado y que en España en muchas ocasiones la empresa desconoce: es el concepto de «preexistencia médica«. Esto es, la posibilidad de que la asistencia de una incidencia médica en destino sea rechazada por motivo de que ésta provenga, de manera directa o indirecta, de una patología/afección previamente pre-existente.
- ¿Contempla mi seguro esta posibilidad?. ¿Me arriesgaría a que mi empleado desplazado quedara desprotegido y en situación de riesgo aún mayor por no haber contemplado este aspecto?
La tecnología también se pone a disposición de la empresa para reforzar la función previsora y de actuación frente a un posible Existen completas y eficaces herramientas de «tracking» o seguimiento continuo del viajero, con capacidad de evaluación del nivel de riesgo dentro de un país en cada momento y de interactuación en tiempo real con el posible trabajador afectado permitiendo así poder actuar con antelación o, si el incidente ya se ha producido, minimizar su impacto y poner en marcha el plan de acción.
En resumen, una empresa en la actualidad tiene a su alcance mecanismos necesarios para hacer una buena labor previsora y desarrollar un plan efectivo de actuación ante cualquier riesgo en viaje de sus empleados, siendo imprescindible siempre haber realizado previamente un análisis y estudio completo de éstos. La solución adecuada pasa por estructurar sus planes de prevención y acción en cuanto a asistencia médica y de seguridad internacional complementado con un seguro internacional médico / de viaje adecuado.
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