La frecuencia de estos fenómenos podría triplicarse.
- Los estudios no detectan aumentos en las turbulencias mecánicas, derivadas de la orografía de la superficie terrestre, pero sí de las termales.
Para incontables viajeros, el único elemento de preocupación en un vuelo en avión son las turbulencias aéreas, esos súbitos y frecuentemente fuertes sacudones que da el avión durante parte del viaje, sin que haya una explicación evidente.
Los científicos predicen que, debido al cambio climático, la frecuencia de estos fenómenos va a aumentar.
Hay varios tipos de turbulencias. Una de ellas es la denominada «mecánica», causada por la fricción del aire con las montañas. Pero otra son las turbulencias «termales», derivadas de que el aire cliente se eleva y afecta la estabilidad. Obviamente, este segundo tipo de alteraciones tiende hoy a ser más frecuente.
Paul Williams, profesor de la Universidad de Reading, ha escrito un artículo científico que indica que «los estudios que modelan el clima indican que el volumen de turbulencias aéreas moderadas o graves en los vuelos transatlánticos en invierno se va a incrementar de forma muy importante en el futuro». Cree que podrían duplicarse e incluso triplicarse en frecuencia en los próximos años. El informe coincide con otro estudio de la NTSB (la oficina de estudio de los siniestros aéreos de Estados Unidos) que ahonda en el tema.
Sin embargo, los científicos ponen en contexto esta información para remarcar que, incluso con estos factores añadidos, volar en avión sigue siendo la forma de transporte con menos riesgo para la vida de los pasajeros.
Los estudios no detectan aumentos en las turbulencias mecánicas, derivadas de la orografía de la superficie terrestre, pero sí de las termales, vinculadas a las alteraciones de las temperaturas en las capas altas de la atmósfera.
La industria de la aviación admite este posible escenario, que básicamente se traduce en turbulencias de más duración, pero confirma que los aviones están fabricados cumpliendo con los estándares de resistencia que permiten asegurar que estas turbulencias no afectan la seguridad del vuelo, por más que generen un aumento de la incomodidad en los pasajeros.
Fuente: preferente.com