Se prevén subidas del 8,5% en tarifas hoteleras y del 6,7% en los billetes de avión en España en 2019
El incremento generalizado de los precios del transporte aéreo y el alojamiento en todo el mundo, y particularmente en España, que anticipan algunos informes internacionales preocupa a los gestores de viajes de empresa, según ha evidenciado Forum Business Travel, en sus jornadas celebradas en Madrid y Barcelona.
La generalización de las llamadas tarifas dinámicas, que los proveedores emplean para variar los precios en tiempo real en función de la demanda, abre también nuevos retos de cara a la negociación con los proveedores.
Según algunos informes internacionales, como el publicado recientemente por la Global Business Travel Association (GBTA), el año que viene el precio de los billetes de avión subirán un 2,6% en todo el mundo, un 4,8% en Europa Occidental y un 6,7% en España.
El alojamiento se encarecerá también en nuestro país por encima de la media, en concreto un 8,5%, frente al 5,6% en el entorno de la UE o del 3,7% global. Por su parte, el transporte terrestre apenas sufrirá variación en 2019.
Ante esta situación, los gestores de viajes de empresa se encuentran «preocupados» dado que «las condiciones varían según el canal de reserva y no contemplan en muchos casos las tasas o los servicios complementarios».
DIFÍCIL CONOCER EL PRECIO REAL.
Respecto a los precios hoteleros se lamentan de que cada vez es más difícil saber cual es el precio total porque las tarifas están desglosadas. Además la políticas de muchas hoteleras en sus canales de distribución impide a las empresas beneficiarse de sus tarifas negociadas en muchas ocasiones.
De cara a la relación con los proveedores de viajes, los expertos recomiendan «revisar periódicamente el programa de viajes para proponer los cambios pertinentes». Para ello sería necesario que las empresas realizaran un esfuerzo tecnológico para mejorar sus herramientas de análisis, especialmente los datos de actividad que proporcionan las agencias de viajes y los medios de pago.
Otra sugerencia sería «involucrar a los empleados e incentivar su cooperación para el cumplimiento de la política de viajes, sin que esto suponga un menoscabo de la calidad de sus desplazamientos».
Fuente: europapress.es
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