El pasado fin de semana del 5 de octubre tuvimos la gran suerte de ser acogidos y guiados por uno de los mejores anfitriones que podríamos tener en Mallorca: MELIÁ Hotels International.
Nuestro buen partner y amigo, Federico Müller-Thyssen (Senior Sales Manager), era el encargado y representante de esta cadena que cuenta con un gran posicionamiento en la isla, más del que nos podíamos imaginar.
Nuestro vuelo de Iberia se retrasaba unas horas pero esto no fue un problema para terminar un viernes de sobremanera: bajo los brazos del Gran Meliá de Mar 5*, de sólo adultos, conocido como el “Hotel de Chocolate”, en el que pudimos disfrutar de una cena maravillosa.
Este hotel, de 1960, fue diseñado por José Antonio Coderch. En aquel entonces, los diseñadores y arquitectos aprovechaban el terreno para ver el agua de cerca, pero él hizo todo lo contrario: retrancar al máximo posible el edificio para aprovechar todas las instalaciones. Así, diseñó 142 preciosas habitaciones con vistas al mar, de ventanas grandes, donde la importancia era observar el paisaje (aunque en esos años, las ventanas pequeñas estaban de moda). Un precursor en toda regla, que consiguió construir terrazas muy privadas para así no ser molestados o vistos por los demás clientes de tal manera que simulaba una proa de barco.
Esta fachada está protegida actualmente y es conocida en el estilo Art Decó por todo el mundo. Consta de tres piscinas (la negra, la cala y la vista al mar).
Y así terminaba nuestro día, bajo las estrellas de Mallorca y sobre las estrellas de la piscina negra del Gran Meliá de Mar.
El sábado amanecíamos con vistas increíbles de Palma, en el Hotel Palma Bay 4*, muy cerca del Puerto de Portixol, que nos regalaba un amanecer de los que dejan sin aliento.
Comenzábamos nuestro segundo día de visitas con Meliá Calviá Beach 4* como primera parada. Este hotel consta de 316 habitaciones, al que puedes ir de vacaciones pero contar también con espacios de trabajo. Tiene diez salas de reuniones, la más grande (“Ibiza”) de 250 pax. Su restaurante Merkado es el restaurante principal, con alimentos km.0, y utilizando la gastronomía local desde la llegada al hotel. Este hotel conecta con el ME Mallorca 4* y con el Hotel Sol Barbados 4*.
Los tres hoteles constituyen un complejo en el que hay un total de casi mil habitaciones, nueve salas de reuniones (cuatro en ME Mallorca y cinco de Calviá Beach). No olvidar la sala Mallorca, que es común a todos y tiene cinco metros de altura y la cual es la joya de la corona, albergando un máximo de 550 personas en modo teatro.
El Hotel ME Mallorca 4* tiene un perfil juvenil: es la música, la moda, gastronomía… Y hasta en los baños de las habitaciones encontrarás cómo cuidarte, ¡disfrutando de sus cremas de noche y de día!
Caminando a paso lento, dejamos este complejo para aventurarnos en otro. Uno más diferente, moderno, con centro comercial debajo incluido: The Plaza, en Magaluf. Y, sobre nuestras cabezas, una piscina infinita y transparente, pudiendo observar a los clientes que se refrescaban en ella tan relajadamente.
Este complejo incluiría también el Calviá Beach Studio, ahora By Meliá, abierto todo el año y formado por 272 habitaciones distribuidas en ocho categorías (el 50% son suites) y dos piscinas de cuarenta y cinco metros de lardo y con más de quinientos mil litros de agua. Y, su joya de la corona: Rooftop9 Lounge Bar, justo al lado de la piscina… Todo un gusto disfrutar de un buen tinto de verano bajo el sol y con los pies en el agua… Un pequeño dato: el número es el 9 porque la temperatura idónea para el champagne son nueve grados.
Después del refrescante tinto de verano bajo el sol, nos ponemos de nuevo en marcha a nuestro próximo destino: Meliá Palma Marina 4*, el cual ha realizado una reforma completa, contando con un lobby de los más grandes de Europa y curiosidades como que, en su interior, se albergan 16 kms de cable de red, 60 kms de cables de datos, cuatro toneladas de mármol, diez toneladas de espejos y cuatro toneladas de cristal. Sin olvidar sus maravillosas paredes de madera de nogal. Este hotel tiene dieciocho salas de reuniones, todas ellas panelables. Y, una de sus mayores novedades, su restaurante: MOS, en el que tenemos la oportunidad de comer de forma “flexivariana”, hemos de decir… Todo riquísimo.
A continuación, algunos pudimos disfrutar de tiempo libre en la piscina de nuestro hotel, otros en la playa “Cala Pi”… Y así llegamos a la noche, donde nos trasladan al Hotel Innside Palma Bosque 4*, para sorprendernos. Nos esperaba un room escape en toda regla: ¿qué cable cortar para que no explote una bomba? Siguiendo unos “sencillos” pasos… Unos salimos más fácilmente que otros. Este hotel, de 266 habitaciones, destaca por sus palmeras infinitas en el interior y las habitaciones tan acogedoras. Hace de flagship a nivel mundial, ya que aquí la cocina permanece 24 horas abierta: el Restaurante Syndeo, de comida nikkei, la cual tuvimos el gusto de probar amenizados con una cantante en vivo y en directo, para luego volver a nuestro hotel.
El domingo amanecía nublado, pero conforme pasaba el día se despejaba y nos dejaba observar el nuevo Palau de Congresos de Mallorca, del que Meliá ha conseguido la licencia por quince años y lleva año y medio abierto, acompañado por el know-how de una cadena internacional como la que es Meliá y que tiene hasta 1.500 habitaciones en Mallorca.
Es importante señalar, que tiene un total de 1.300 m2. Dos zonas en la parte alta de 300 m2 cada una, 268 plazas de parking, 1.000 m2 utilizables para todo el tema logístico (lavado de coches, mecánica, etc.). Todas las zonas están conectadas por escaleras o ascensores siempre mirando al mar. Tienen dos auditorios con dos entradas diferentes para que así no se crucen diferentes eventos.
“Auditorio Mallorca”, para 471 asientos y muy adaptado para la acústica, cubierta de un tipo de madera paduc (de Gabón).
“Auditorio Illes Balears”, 1.900 personas sentadas. Con seis entradas.
También es de apreciar su terraza de 620 m2, donde caben 400 pax en modo cóctel y sus salas de reuniones.
Nuestro día finalizaba con la visita al Gran Meliá Victoria 5*, dividido en dos partes:
- Centro de convenciones, apartado del hotel, lo que hace que no haya problema con los hospitalities. Salas de reuniones sin columnas, de estilo clásico.
- El Hotel, que consta de habitaciones tanto exteriores como interiores, y que la familia Escarrer utiliza de centro neurálgico.
Muchas gracias Meliá, muchas gracias Europcar (por ser nuestros chófers privados).
Luisa Koefoed
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