En el pasado Seminario, AEGVE decidió donar la cantidad de 2.000€ para colaborar con CESAL y sus programas de actividades y ayudas a los más desfavorecidos.
- ¿Podrías exponerme unas líneas de presentación sobre vosotros, en qué año empezasteis y bajo qué “eslogan o significado”? o, ¿quizás fue debido a una vivencia?
CESAL nace en 1988, hace casi 30 años, por una pasión hacia el destino de las personas. Un grupo de americanistas españoles dan forma a lo que hoy es CESAL. Nuestra misión se concreta en promover el desarrollo humano de las personas más desfavorecidas del mundo, partiendo de la experiencia de estas personas e implicándolas en nuestro trabajo como verdaderos protagonistas de sus vidas.
Al comienzo el eslogan que tomamos, muy en línea con la misión de CESAL, es “Compartir las necesidades, para compartir el sentido de la vida”.Ahora mismo CESAL está presente en 14 países de África, América Latina y Oriente Medio e impulsa proyectos de acción social con colectivos y personas en vulnerabilidad económica y social. Cada año trabajamos con cerca de 200.000 personas y llevamos a cabo más de 100 intervenciones. Y este trabajo está reconocido por múltiples organismos internacionales y empresas que, junto con los informes de transparencia y buenas prácticas que CESAL realiza, hacen de nosotros una ONG solvente, reconocida y transparente.
- ¿Cuál dirías que ha sido una de las mejores experiencias de ayuda/cooperación o acción social que habéis vivido personalmente y que siempre recordaréis?
En 30 años de historia son muchas las experiencias que hemos vivido. En la parte de cooperación internacional escogemos nuestra respuesta a la emergencia en el terremoto de 2010 en Haití tanto por la dramaticidad, como el impacto de un hecho así. CESAL, que ya estaba en el país desde 2007 respondió con personal español y cooperantes haitianos desde las primeras horas y hoy en día continuamos presentes en las zonas más deprimidas del país con una incesante actividad.
La otra experiencia se concreta en el ámbito de acción social, en España, cuyo recorrido comienza a partir del año 2007. En un momento dado de nuestra actividad comenzamos a darnos cuenta que las personas que más sufrían con la crisis eran los jóvenes, muchos de ellos solos, fuera del sistema escolar, sin formación y excluidos. Ante eso, CESAL comenzó a proyectar un programa de acompañamiento formativo y de empleo que ha tenido grandes éxitos ya que más de 250 jóvenes han encontrado un empleo.
- ¿Qué es lo que os diferencia de entre otras ONG’s?
Quizás nuestra manera de entender el desarrollo humano, el cómo acompañamos a las personas. En el ejemplo de los chicos y chicas que formamos en España es muy evidente. Estos jóvenes no solo necesitan una formación orientada al empleo, necesitan personas adultas como referencia, que vayan al fondo con ellos y ellas, que les hagan sentir nuevamente el deseo por vivir y no quedarse en su circunstancia personal.
Las intervenciones que impulsa CESAL se centran en la persona, no en el resultado o necesidad que existe. Ponemos un ejemplo para que se entienda. Podemos construir una escuela para mejorar el acceso a la educación de una zona determinada en un país. Pero si luego no existe sujeto, es decir, profesorado que pueda dar clase, o los padres y madres no entienden la necesidad de que sus hijos e hijas acudan a la escuela, ese colegio no podrá ser sostenible.
CESAL siempre parte de lo positivo, reconocemos que toda persona cuenta con una riqueza propia (la familia, su necesidad de trabajar, los conocimientos…), aún en las situaciones más precarias. Por eso hacemos con ellas, no les imponemos, para conseguir una mayor apropiación y generar un desarrollo más sostenible.
- Tengo una curiosidad personal… ¿Qué es lo que hace falta para crear una ONG?
Lo primero que haya un grupo de personas que se conmuevan por algo que sucede a su alrededor, en el mundo, que tengan un fin común. En el caso de CESAL este fin o misión es promover el desarrollo humano de las personas más desfavorecidas del mundo. Con eso ya tenemos mucho ganado, porque pone la simiente de lo que será nuestra labor.
Después vendría lo formal. La denominación y fines de la asociación o fundación, los estatutos, la composición de su junta directiva o patronato, el registro correspondiente…Y a partir de ahí comenzar las labores de comunicación, visibilización, cómo hacer participar a las personas en la ONG (voluntariado), etc.
- ¿Sois una organización que da la posibilidad a los socios para participar de forma activa (me refiero a dar la oportunidad de viajar y vivir con vosotros las experiencias humanitarias)?
Es importante explicar por qué nuestros socios y socias forman parte de CESAL. Os ponemos el ejemplo de Meri, que siempre cuenta que es socia de CESAL porque somos como el brazo que llega donde ella no puede llegar. Eso y la manera en la que trabajamos, que tiene mucho que ver con cómo desearía ella que fuese tratada y acompañada en la vida en una situación dramática como la pobreza. Ella recibe una newsletter mensual con la información de las intervenciones que hacemos en los 14 países en los que estamos presente, así como nuestras actividades para que entiendan mejor nuestro trabajo.
Hay personas que leyendo y viendo lo que ocurre en la vida de CESAL, deciden dar un paso más y participar de forma más activa, siendo además voluntarias en España o bien desean acompañar nuestra labor en los países. La posibilidad siempre existe, pero tiene un método concreto de llevarse a cabo con una duración determinada, apoyando necesidades concretas que tenemos en terreno y acompañadas por personal de CESAL.
- Con respecto a la ayuda por parte de AEGVE, ¿en qué acción habéis decidido invertirla?
El proyecto en el que AEGVE participa se llama “Emprende Conmigo”, y se concreta en un proyecto de inserción laboral protagonizado por jóvenes vulnerables en riesgo de exclusión social en España.
Lo cierto es que entre los colectivos más perjudicados de la crisis económica que nos ha afectado en los últimos años encontramos a la juventud. Un dato: en el segundo trimestre del año pasado, casi 700.000 jóvenes de 16 a 25 años no tenían trabajo. Si a la baja cualificación le unimos la falta de recursos en la familia, la discriminación por país de origen, que viven en familias desestructuradas o tienen escasas redes de apoyo, las posibilidades de encontrar un empleo se reducen y provoca que muchos jóvenes estén en riesgo de vulnerabilidad económica y social.
El programa formativo que proponemos se concentra en 4 fases:
- Uno de acogida donde identificamos los intereses, habilidades, la formación y conocimiento de la situación del o la joven en riesgo.
- Una segunda de capacitación técnica donde si el joven tiene formación, se le ayuda a crear su perfil personal y profesional con apoyo de CESAL y, en caso de no tenerlo se le deriva a la formación vocacional que hacemos en jardinería, cocina, ayudante de sala, informática o atención al cliente.
- Una tercera de prácticas en la empresa.
- Y la última de integración laboral y seguimiento al joven.
La segunda fase de capacitación técnica es muy importante con la realización de talleres de habilidades sociales, los ya mencionados de formación vocacional y el mentoring porque participan muchas personas voluntarias procedentes de empresas.
- He visto que últimamente tenéis varios proyectos que unen a la gastronomía, lo cual me parece muy buena idea… ¿En qué sentido queréis acercar la gastronomía? ¿Tenéis pensado llegar también a otros sectores dentro del Turismo, como Hoteles, Hostelería…?
Cuando CESAL comenzó a trabajar en la formación y acompañamiento laboral de los jóvenes comenzamos a hacer formación en diferentes oficios. Pero no fue hasta que hicimos uno de cocina cuando nos dimos cuenta que lo que le faltaba a estos chicos y chicas era apasionarse de lo que hacían. La cocina ofrece esto, un retorno inmediato para la persona que no solo crea un plato, sino que además puede ofrecérselo a otra persona. Además, estos jóvenes se colocaron rápidamente. Así nos dimos cuenta que teníamos que buscar nichos de empleo para dar una respuesta a estos jóvenes.
De esta forma, y para dar sostenibilidad a este trabajo, surgió la Escuela de Hostelería de CESAL ubicada cerca del metro de La Almudena, donde se forma a jóvenes en pinche de cocina (con un 75% de inserción laboral) y ayudantes de sala. Esta escuela fue apadrinada por Dabid Muñoz y su formador es Chema de Isidro. Por allí han pasado muchos chefs de primer nivel del panorama español contando su historia y enseñando algunos platos a estos jóvenes. Y para dar mayor sostenibilidad a este trabajo creamos una empresa social de catering llamada CESAL Formación y Restauración donde estos jóvenes realizan sus prácticas y trabajan.
Siguiendo esta senda hemos impulsado cursos de recepcionista de hotel y de atención al cliente, que es el que mejor se ha adaptado a las características de nuestros chicos y chicas. Tenemos convenios con algunos hoteles madrileños que nos posibilitan una formación más adecuada al futuro empleo.
- ¿Qué le aconsejarías al Travel Manager de una empresa para concienciar a sus empleados de aquellos países que visiten?
Pues divulgar todo lo que hemos contado en esta entrevista es ya un gran paso. Poder comunicar la realidad de los países, las comunidades y las personas que viven en ellos tal cual es, hará que nuestros empleados y empleadas transmitan con mayor pasión y de una forma más adecuada a sus clientes finales lo que se van a encontrar.
También hacer entender que su valor profesional puede estar al servicio de forma voluntaria de estos países en vías de desarrollo o de los más desfavorecidos apoyando realidades como la de CESAL en intervenciones sociales, formativas, etc.
Y en último caso apoyar instituciones que, como decía nuestra socia Meri, son el brazo donde yo no puedo llegar.
Gracias a AEGVE por darnos esta oportunidad. Si tenéis más inquietudes no dudéis en visitar nuestra página web www.cesal.org
Luisa Koefoed
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