Hoy, nos acompaña Alberto Malpartida, director y fundador de Tripcare. Con una experiencia de más de 25 años en el sector de viajes. Licenciado en Turismo, con experiencia en Amadeus y responsable de desarrollo tecnológico en Viajes El Corte Inglés durante 10 años. En su última etapa profesional, ha trabajado como Travel Manager en una de las mayores empresas del IBEX35 durante más de 10 años. Actualmente, compatibiliza su responsabilidad en Tripcare junto con la de profesor en la UNED y miembro de la junta directiva de AEGVE.
De la mano de Alberto queremos acercaros de una forma más personal y distendida para analizar cómo está nuestro sector.
Desde tu punto de vista, como Travel Manager, y teniendo en cuenta que nuestros principales clientes son tanto las agencias de viaje como las empresas que trabajan con ellas, ¿por qué crees que es fundamental cuidar a los empleados en sus viajes?
Es fundamental por varias razones. A través de un sencillo ejemplo lo vamos a entender.
Tenemos a un ingeniero con amplia experiencia, llamémosle Tomás, que es trasladado a África Occidental por un proyecto en una plataforma petrolífera.
Nuestro ingeniero, antes de llegar a destino final, tiene que hacer escala en un aeropuerto donde hay malaria y contrae la enfermedad. Su condición fue empeorando y lamentablemente, fallece. La viuda de Tomás, demanda a la empresa, por falta de medidas preventivas adecuadas y gana el caso.
Estos son los hechos, pero ¿cuál es la repercusión directa de la empresa en la que estaba empleado Tomás?
Desde la empresa en la que trabajaba se aseguraba que no existían riesgos sanitarios, en este caso mosquitos, en la plataforma donde iba a trabajar su empleado.
Sin embargo, la empresa no consideró adecuadamente el itinerario de Tomás, en el que tenía que hacer escala en un aeropuerto donde había malaria, por lo que tampoco se tomaron las medidas oportunas de vacunación y otra serie de precauciones necesarias.
La conclusión que podemos sacar es que, es primordial para nosotros cuidar de nuestros empleados y evitar, o al menos reducir, los riesgos financieros y reputacionales.
Entonces, ¿cómo consideras que se debería haber actuado? ¿Crees que podría haberse evitado este triste incidente?
Siguiendo con el caso planteado, la empresa de Tomás debería haber gestionado los riesgos de manera más proactiva. Informar a su empleado sobre el riesgo de malaria en su escala en el aeropuerto y proporcionar medidas preventivas, habría sido crucial.
Si la empresa de Tomás hubiera trabajado con una agencia de viajes que cuenta con este servicio de gestión de riesgos asociados a los viajes, el ‘Travel Manager’ habría identificado el viaje como de alto riesgo y podría haber utilizado herramientas de localización de viajeros para mitigar estos riesgos. Además, no solo Tomás hubiese sido informado, sino también el resto de los empleados que pudieran verse afectados.
Además, en caso de surgieran otros imprevistos durante el viaje, como puede ser condiciones meteorológicas adversas (por ejemplo, una tormenta), cambios en la normativa tras realizar la reserva, etc., también hubiese sido avisado.
En definitiva, contar con un servicio de alertas de viaje no solo da tranquilidad a la empresa y a los empleados que se benefician de ello, si no que, en el caso de Tomás, se hubiera evitado tener que pagar la indemnización a la familia por haber descuidado su deber de protección.
Entonces, no solo es importante cuidar a las personas, sino que es obligatorio, ¿correcto?
Absolutamente. Debemos tener claro que no solo hay que FORMAR a nuestros empleados, sino que es fundamental INFORMAR de los riesgos de su trabajo, y para ello es clave coordinar el trabajo de las agencias de viajes y las propias empresas.
Existen una serie de normativas que así lo recogen.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (en sus artículos 19, 20 y 21), así como la Ley General de la Seguridad Social. Estas leyes hablan sobre los viajes ‘In Itinere’ o “en misión”. Si sucede algún imprevisto mientras se está de viaje trabajando se considera accidente laboral.
Por otro lado, el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, recoge la importancia de la vacunación como estrategia de prevención primaria para los trabajadores que viajen a países con riesgos de enfermedades. Y la Directiva 96/71/CE, del Parlamento Europeo habla también sobre los desplazamientos de los trabajadores.
Sin embargo, muchas empresas pueden considerar que sus destinos de viaje no presentan muchos riesgos. ¿Qué les dirías?
Es importante reconocer que no hay destino completamente libre de riesgos.
Nuestra experiencia a lo largo de los años nos dice que incluso en aquellos países que consideramos como “normales” también se producen incidentes. Quizá no sean tan llamativos como lo puede ser un huracán, terremoto o una pandemia, pero terminan impactando en la seguridad de nuestros viajes, tanto a nivel humano como empresarial.
Prueba de ello es lo que vivimos el pasado año en Reino Unido, donde tuvimos más de 120 situaciones de riesgo.
Por otro lado, me gustaría señalar que el riesgo en los viajes puede cambiar rápidamente. Por ejemplo, un cambio político abrupto puede desencadenar protestas o disturbios; un brote de una enfermedad podría ser declarado justo después de reservar un viaje.
Con todo esto, podemos afirmar que viajar conlleva riesgos y estos están aumentado cada día más, sin embargo, si realizamos una gestión proactiva de los mismos podremos garantizar la seguridad de los empleados y proteger los intereses de las empresas.