Vivimos días, semanas, meses y hasta años de incertidumbre con la llegada de la pandemia de la COVID 19, que nos está dejando cambios importantes en los comportamientos como sociedad y como seres humanos individuales, los cuales convendrá analizar cuando veamos el fin de la misma, con la esperanza puesta en que nos queden los aprendizajes de estos tiempos.
Asistimos atónitos de una u otra manera a los enfrentamientos políticos, recientemente hasta geopolíticos con la crisis de Ucrania, y aumenta la desafección hacia nuestros políticos que lejos de preocuparse por la ciudadanía y sus problemas se enzarzan en discusiones estériles. En su lugar deberían construir entre todos unas políticas de estado a medio y largo plazo, sin descuidar el corto plazo que afecta económica y socialmente a gran parte de la población de nuestro país.
Los fondos europeos no son sino otro tema de discusión enconada, en la que unos se atribuyen el mérito, y otros ponen zancadillas para que éstos sean un fracaso.
En el caso del turismo hay opiniones muy encontradas, voces que critican tanto la cantidad destinada a la industria como la asignación de la misma, y dudan de la gestión, aventurando posibles corruptelas que no sólo no transformen la industria líder en España, sino que enriquezcan a pocos y dejen en la cuneta a muchos.
Si recordamos la aportación del sector al PIB en tiempos pre-pandemia, éste llegaba a un 12%, mientras que generaba un empleo directo e indirecto de un 15%.
3.400 millones es la cantidad de los fondos europeos asignada directamente al turismo, de los cuales 1.858 millones (en tres años) se van a la transformación de los destinos hacia la sostenibilidad.
Para ir al grano, en la reciente convocatoria extraordinaria, se han adjudicado un total de 615 millones de euros a los destinos, repartidos de la siguiente forma territorialmente:
Región | Asignación (M €) |
Andalucía | 72,62 |
Cataluña | 69,87 |
C. Valenciana | 49,85 |
Canarias | 49,59 |
Islas Baleares | 47,75 |
Castilla y León | 41,54 |
Castilla-La Mancha | 35,11 |
C. de Madrid | 34,44 |
Aragón | 30,07 |
Galicia | 29,38 |
Extremadura | 27,01 |
País Vasco | 24,13 |
Asturias | 22,86 |
Navarra | 21,97 |
Murcia | 21,69 |
Cantabria | 18,67 |
La Rioja | 18,45 |
Total | 615 |
Fuente: Ministerio de Industria, Comercio y Turismo
El fin último del turismo – desde un punto de vista académico hasta ahora, y real en un futuro – es devolver la “riqueza” (no sólo económica) a las sociedades locales, un enfoque que está ganando terreno ante el auge de la sostenibilidad en el mundo, y en concreto en nuestra industria.
Como Coach y Consultor, mi mirada siempre se dirige a lo que tenemos y no a lo que no tenemos. Dicho esto me parece una oportunidad extraordinaria que disponemos como país para liderar el cambio hacia un turismo sostenible, cuya aportación no sólo económica, sino social, inclusiva, y territorial puede dotar a España de la mejor industria turística del mundo.
Independientemente de la asignación por regiones que suscita dudas entre algunos expertos, es la hora de arrimar todos el hombro, y fomentar la colaboración público-privada para que estos fondos se materialicen en proyectos reales. Éstos tienen que salir del papel de las memorias técnicas en los que han sido incluidos, y convertirse en dinamizadores del modelo turístico de cada destino, generando empleabilidad y riqueza a muchas zonas de la España sin oportunidades, donde el turismo es quizás la única oportunidad de supervivencia para muchas familias, y poniendo la primera piedra del cambio profundo que los destinos maduros necesitan.
Dejemos de discutir si fue correcta o incorrecta la asignación, y pongámonos a trabajar en aras de la optimización de dichos fondos para la verdadera transformación que necesitamos, si queremos seguir siendo líderes mundiales en turismo sostenible.
Si queremos seguir siendo líderes mundiales en un turismo sostenible, es la hora de arrimar el hombro todos juntos, y fomentar la colaboración público-privada
Todos los informes de las empresas y organismos turísticos arrojan resultados esperanzadores cuando se les pregunta a los ciudadanos por su deseo de viajar. La pandemia, los confinamientos y las cuarentenas nos han dejado un poso de comprensión sobre lo importante en la vida, y de ello los viajes con los seres queridos en búsquedas de experiencias es uno de las respuestas con mayor apoyo.
Así lo demuestra nuestro Barómetro Turístico BRAINTRUST, que dice que un 72% de los españoles tiene previsto viajar en 2022, si las condiciones lo permiten, con una media de entre 2 y 3 viajes.
Así pues el reto está ahora en recuperar la demanda, tanto nacional como internacional, mientras transformamos la industria. En palabras del Secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, disponemos de recursos para poner en marcha un modelo en el que prime la rentabilidad.
Y una vez realizadas las asignaciones a los territorios, a las regiones y a las entidades locales, es el momento de poner en marcha todas las actividades que los PSTD (Planes de Sostenibilidad Turístico en Destino) describían. Y en ello nos va la vida ahora, en saber optimizar los planes para dotar a los destinos del capital turístico idóneo para abordar una nueva era, donde las experiencias serán la clave en un mundo omnicanal.
En BRAINTRUST trabajamos para muchos destinos españoles, tanto en la preparación de la memoria necesaria para la adjudicación de fondos, como en los proyectos que bajan de los PSTD. En algún caso he oído decir a los técnicos del destino, que el problema realmente venía si les adjudicaban los fondos, ante la preponderancia política en la organización de los proyectos, la falta de recursos, así como la necesidad de preparación de muchos profesionales – tanto públicos como privados – ante este nuevo escenario de transformación.
Decía mi abuela Leonor, una mujer salmantina recia, afanosa y resiliente, replicando a Picasso, que la suerte no es sino trabajar sin descanso hasta que te venga la inspiración. Y yo añado a esa verdad sabia de los abuelos que los objetivos se consiguen trabajando en equipo, poniendo método a la actividad, y midiendo el éxito a través de indicadores.
Las entidades locales deben por tanto apoyarse en sus experimentados técnicos de turismo, y/o en profesionales expertos y especializados, para trasladar las ideas del papel a los proyectos antes de que el tiempo pase, y llegue el momento de justificar a Europa el correcto uso del dinero del Next Generation.
Existen muchas empresas orientadas a ayudar a los destinos en esta épica tarea de maximizar y gestionar las asignaciones económicas, la propia RDTI (Red de Destinos Turísticos Inteligentes) dispone de un amplio catálogo para informar a los organismos públicos en quién se pueden apoyar a partir de ahora en la traslación de los proyectos a la vida diaria.
Desde mi punto de vista el roadmap debería ser algo parecido a lo siguiente:
- Revisar la memoria que ha sido merecedora de la asignación económica.
- Definir los resultados esperados del proyecto.
- Dibujar los hitos correspondientes al proyecto global.
- Construir un cuadro de indicadores que nos permitan monitorizar el éxito.
- Describir detalladamente los proyectos individuales, sus objetivos específicos, así como las actividades que conlleva.
- Externalizar (cuando aplique) la ejecución de los proyectos, o delegar en los técnicos de turismo locales.
- Construir una oficina técnica de proyecto que monitorice el progreso y proponga correcciones o mejoras.
- Dotar de un Observatorio de Turismo Sostenible que analice los datos de forma continuada, poniendo la inteligencia al servicio del Plan.
- Informar e involucrar a las empresas de la cadena de valor y la ciudadanía, desde el principio al fin del Plan, como baluartes de un modelo optimizado y sostenible para la sociedad local.
- Justificar los proyectos respecto a la dotación de los recursos asignados.
El propio nombre del Plan de Modernización y Competitividad de la Secretaría de Estado de Turismo, me invita a reflexionar sobre los objetivos que se persiguen, y lo que entre todos debemos hacer para llegar a buen puerto.
Nos jugamos la propia marca España, no sólo en la industria turística, sino como país ante la óptima utilización de los fondos Next Generation.
Nunca tuvimos, y probablemente nunca volvamos a tener esta ocasión sin precedentes.
En BRAINTRUST trabajamos sin descanso, creando nuevos productos y metodologías que sean parte de la solución al reto que tenemos por delante, y que contribuyan al propósito que persigue el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con la Ministra Reyes Maroto a la cabeza.
Los políticos deben construir el contexto adecuado para que las empresas trabajen, y ambas partes construir una industria sostenible, digital e inclusiva, como los nuevos tiempos requieren.
No olvidemos que todos los países y todos los destinos se están preparando para una nueva era del turismo, donde la competencia será feroz.
Ahora nos corresponde a todos remar en la misma dirección, porque nos jugamos el futuro en los próximos cinco años.
Sí, definitivamente nos va la vida en ello, más allá de las legislaturas, y los colores políticos.
No hay tiempo que perder.
Ahora lo importante es maximizar el beneficio de los PSTD a través de una gestión experta, con criterios técnicos, a través de empresas y profesionales especializados
Por Ángel García Butragueño, Director de Turismo, Miembro del consejo asesor BRAINTRUST