Amanecemos en este soleado día para poner rumbo a la Viña “El Diablo”, donde nos espera un riquísimo desayuno entre viñedos, junto a una breve introducción al mundo del Marco del vino de D.O. Jerez. A continuación, comenzamos con el corte de la uva, seguido de la pisada de la misma. Es curioso cómo, de repente, toda nuestra competitividad aflora para llenar con rapidez las cestas de racimos de uva y, así luego, descargar todas nuestras energías en la pisada.
“El Baile de las Uvas” es toda una experiencia. Un paso a la izquierda, otro a la derecha, agarrando a tu compañero de los hombros con las dos manos y comienza el compás. El que marcan tus pies. Un compás que pisa con fuerza y que es acompañado por el ruido del zumo de uva al caer.
Toallas a un lado, agua al otro lado: Nuestros pies están como nuevos para volver a emprender la marcha. Y es que, Diez Mérito y el Patronato de Turismo de Cádiz, tienen mucho mérito. Lo tenían todo preparado y al más mínimo detalle para así sentirnos cómodos y preparados para continuar.
Nuestra próxima parada, nos lleva a la Bodega Diez Mérito (https://diezmerito.com/), situada a 5 minutos de la estación de tren, en pleno centro. Antiguamente, todas las bodegas se ubicaban en la ciudad, pero hoy en día es una de las pocas que quedan, sino la única. En ella, se albergan eventos de hasta 200 personas sentadas y 500 personas de pie. Esta visita tan interesante también cultiva nuestra mente: ¿sabíais que los vinos de Jerez son “vinos viajeros”? ¿y que, antaño, todos los tratos se cerraban con una copa de Jerez?, o ¿que el mejor vino de Jerez es el fino imperial (seguramente)?
Nuestra “ruta de la uva” desemboca en las Bodegas Williams & Humbert (http://www.williams-humbert.com/), una de las bodegas más grandes de Europa, con 180.000 m2. Solo el edificio “de envejecimiento” cuenta con 45.000 m2 repartidos en ocho naves, donde en su interior duermen alrededor de 60.000 botas rellenas de vinos, vinagre o brandy de Jerez. También licores como ginebra (“Botanic”), ron (“Dos Maderas”), vodka (“Abyssal”) o whisky. La bodega se fundó en 1877 por tres ingleses, aunque ahora la Familia Medina es la propietaria en su totalidad, 100% española. Toda ella es una “obra de arte”, habiendo obtenido el Premio Nacional de Arquitectura. Es tan funcional y práctica, que incluso cuando llueve, el agua pasa por el interior de sus columnas para almacenarse y así regar los jardines y el interior de la bodega. Incluso preparan botas para exportarlas a Escocia, donde hacen el Whisky sobre el vino de Jerez. La marca Macallan, trabaja mucho con esta localidad.
La D.O. de Jerez, Xerez, Cherry, incluye tres localidades: Jerez de la Frontera, el Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. Todas ellas componen el triángulo de 2,000 viñedos.
Pero esta imponente bodega tenía más sorpresas para nosotros: un majestuoso espectáculo de caballos seguido de una riquísima comida. Habíamos pasado del “Baile de las Uvas” al “Baile de los Caballos” … Para así dejarnos sin palabras con el fondo de música flamenca.
Pero, el colofón estuvo, nada más y nada menos, en el momento del postre: Nuestro Presidente, Antonio Perea, firmaría una de las botas de vino en nombre de AEGVE. Un acontecimiento único. Y es que, tal y como una bota puede estar compuesta del zumo de miles de uvas, vosotros sois nuestras uvas que componen la Asociación. Y allí, en la bodega, queda reflejado cada uno de vosotros, nuestros socios y colaboradores.
Era momento de descansar en el hotel, o recorrer la ciudad de Jerez después de tantas emociones. Nos encontrábamos unas horas después para deleitarnos en otro de los lugares más únicos que se encuentran aquí: el Convento de Santo Domingo. Y, creedme cuando os digo que fue algo espectacular. Un marco incomparable en el que, además de disfrutar de la cena, pudimos escuchar las buenísimas voces del conjunto de flamenco que nos cautivaron aquella noche…
Luisa Koefoed
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