La supresión de la Gran Clase en muchas aerolíneas y la aparición de nuevos segmentos de clientes son la clave del éxito de las nuevas cabinas Turista Premium, una opción a medio camino en precio y comodidad entre las clases Business y Turista.
En los últimos años muchas aerolíneas han decidido eliminar la Gran Clase de sus vuelos para racionalizar el espacio en sus aviones. Al mismo tiempo que mejoraban sus cabinas Business con servicios que, realmente, han supuesto un upgrading para los clientes que viajan en esta cabina y que permiten cumplir con el objetivo de muchos de los que viajan por negocios: descansar a bordo para poder acudir a una reunión o seguir trabajando según se aterriza.
En el caso de Iberia, dimos un importante salto en nuestra clase Business con la introducción de camas completamente planas, con acceso directo al pasillo desde todos los asientos y, sobre todo, dándole al cliente de negocios esa mayor privacidad que demandaba con butacas insertadas en módulos individuales, además de la posibilidad de estar conectado mientras sobrevuela el Atlántico, que es otro de los servicios más demandados en esta cabina.
Estos atributos, unidos a un cuidado servicio gastronómico y a otras ventajas en los aeropuertos como el parking VIP o las cada vez más sofisticadas salas VIP, han convertido los viajes en Business en experiencias “de gran clase” y, sobre todo, han ampliado la distancia en servicios y precio con la cabina Turista donde, cada vez, las tarifas son más agresivas.
Ese hueco entre la Business y la Turista es la que están cubriendo las nuevas clases Turista Premium. En mayo de 2017 comenzamos a ofrecer esta nueva cabina en nuestros vuelos con EEUU y, progresivamente, la hemos introducido también en mercados como Colombia, México, Perú, Chile, Brasil y Ecuador entre otros y, en todos ellos, estamos teniendo unos niveles de ocupación y de satisfacción de nuestros clientes que superan las previsiones que inicialmente manejábamos.
Pequeñas y medianas empresas, emprendedores, clientes de edad avanzada en viajes por turismo y quienes viajan por un motivo especial como luna de miel o aniversarios son los principales clientes de esta nueva cabina.
Nuestra experiencia después de un año en el mercado, es que la Turista Premium es una de esas inversiones que merece la pena. Más espacio, más comodidad, asientos más anchos, más reclinables y, sobre todo, una cabina diferenciada de solo 23 asientos convierten un vuelo largo en una experiencia más agradable. A esto se suman ventajas como mayor franquicia de equipaje, facturación y embarque diferenciados o un servicio gastronómico a bordo exclusivo que terminan de “justificar” esa diferencia de precio en torno al 25% con la cabina Turista.
Una nueva cabina para un nuevo cliente se abre paso entre la Business y la Turista. Bienvenido sea siempre el término medio.
Luis Fernández González
Senior Manager de Empresas – Dirección Ventas España/DC
Head of Corporate Sales – Sales Spain /CD
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