En el entorno actual, caracterizado por la velocidad del cambio y la complejidad, nadie tiene información perfecta para predecir el futuro con certeza absoluta, tampoco los Travel Managers. Por este motivo, tenemos que convivir con la incertidumbre y tomar decisiones en base a probabilidades, contemplando diferentes escenarios y estimando distintos resultados posibles. A todo lo anterior tenemos que añadir el pensar en multitud de detalles que bien analizados y tratados pueden marcar una gran diferencia.
En ocasiones los Travel Managers tienen que dar respuesta a temas que no controlan en su totalidad y la creatividad nos ayudará a enfrentarnos a la incertidumbre. Para ello tenemos que potenciar la parte emocional positiva porque la consciencia de lo emocional favorece la divergencia y la creatividad.
El aporte de valor del Travel Manager está en la capacidad de aprender (desaprender), la flexibilidad, el aporte de información, generar ideas, conectar esas ideas, buscar soluciones, tomar decisiones y pasar a la acción. Para alcanzar grandes objetivos tenemos que pensar en grande y actuar en pequeño.
Todos somos muy exigentes y estamos orientados a conseguir resultados, pero tenemos que valorar el error como parte fundamental del aprendizaje. Para ello, tenemos que trabajar en equipo, en entornos seguros en los que prime el bienestar de las personas y donde los líderes inspiren, motiven y favorezcan la libertad y autonomía de sus equipos. Acertaremos a base de experimentar y fallar. La palanca del progreso es medir, aprender e interaccionar. Con procesos de interacción y aprendizaje continuos transformaremos los datos en conocimiento. Si disponemos de conocimiento podremos conectarlo.
El Travel Manager tiene que estar dispuesto a revisar continuamente lo que se considera incuestionable. La mentalidad del Travel Manager tiene que ser abierta y flexible, tolerante con los errores (rápidos y baratos), siempre y cuando se creen los mecanismos para analizar los errores, aprender de ellos y compartirlos entre la comunidad de interesados, porque de este modo progresaremos más rápido.
En el entorno VUCA en el que vivimos además de mejorar, es necesario crear un contexto de cambio y ejecutarlo, pasar a la acción.
La respuesta estratégica al cambio es la innovación. Hay organizaciones que por su idiosincrasia, cultura y activos no se transformarán jamás. Muchas otras se quedarán en la mejora continua, haciendo lo que ya hacían, operando en los mismos mercados, con los mismos clientes y las mismas tecnologías, con economía de recursos y con mayor fidelidad a las demandas del cliente porque no implica riesgos. Por el contrario, innovar es arriesgado, significa lanzar nuevos productos, buscar nuevos y diferentes perfiles de clientes o desarrollar nuevas tecnologías y son proyectos que pueden fracasar. La innovación busca posiciones competitivas diferenciales.
La mejora es necesaria, operativa y de obligado cumplimiento, pero insuficiente; la innovación es estratégica y voluntaria. Innovar requiere liderazgo.
En este entorno las empresas construyen su cadena de valor en red y la relación que las empresas establecen con sus profesionales y proveedores es fundamental, más si apuestan por una estrategia de diferenciación. Las personas tienen que estar en el centro y no sólo los clientes, también los profesionales y proveedores para innovar juntos. La empresa que apueste por una estrategia de win-win basada en la confianza y la agilidad, será mucho más rentable en el medio y largo plazo. Esto no supone, por ejemplo, eliminar la tensión que suponen las negociaciones con proveedores, pero toda la cadena de valor tiene que estar basada en la confianza y el respeto. Aunando capacidades encontraremos nuevas oportunidades de crecer teniendo a las personas en el centro y en muchos casos los seniors encontrarán nuevas oportunidades tomando la responsabilidad de la innovación y su implementación.
En algunos casos los proveedores trabajan en entornos muy competitivos, océanos rojos, de márgenes decrecientes y cuando hay necesidad de innovar de manera ágil les cuesta reaccionar. Hay que pensar en nuestros proveedores como socios porque todos formamos parte del mismo ecosistema de innovación.
Sumemos inteligencias e innovemos juntos.
Mar Rodríguez Bustamante
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