La falta de trabajadores en determinados sectores se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los directivos. Cuanto más especializada es una industria más se agrava el problema.
• La escasez, unida a la alta rotación, están condenando el crecimiento de miles de negocios.
• La innovación es la solución para adelantarse a la competencia en materia de personas.
Barcelona, 8 de enero de 2020.
2020 va a suponer algo más que el comienzo de una década. La volatilidad del mercado laboral español y la escasez de perfiles relevantes y la dificultad para atraer talento en las franjas de edad más jóvenes está obligando a las empresas a poner en marcha políticas urgentes orientadas a las personas.
Ha sido la crónica de una muerte anunciada: las organizaciones han visto venir la pirámide de población durante dos décadas, pero han postergado las medidas preventivas para apagar fuegos urgentes, como la supervivencia durante la crisis. “Sin embargo, el panorama actual es insostenible. Asistimos atónitos a la falta de trabajadores cualificados en multitud de industrias. No solo estamos asimilando el brain drain o fuga de cerebros que se produce en nuestro país desde 2007, sino que nos hemos dado cuenta de que muchos de los jóvenes que se marcharon no van a regresar. Esto está haciendo mucho daño a compañías que están creciendo o en pleno cambio generacional y que no encuentran reemplazos”. Así resume Alfonso Roig, Business Director de boost, la realidad en la que se ven reflejados muchos directivos.
Son muchos los expertos que aconsejan poner en marcha un paquete de medidas urgentes para atajar el problema. Y apuntan a que la innovación es la mejor medicina. “Perdemos el 1,3% de nuestro PIB por la escasez de talento”, apunta Ignacio Barriendos, profesor del programa B2B Management de ESADE. “Pasado el duelo debemos centrarnos en los que están. Hay que cuidar a los que llevan años con nosotros y que sin mediar palabra se marchan. Son los desencantados. Comparan su realidad con las de sus iguales en el extranjero y anhelan esa calidad de vida institucional, la conexión con proyectos ilusionantes, asumir retos y ser parte del éxito. Y las áreas de Recursos Humanos se ven superadas por esta paradoja. Desconocen cómo generar la motivación y el compromiso en empresas con hambre de cambio”, advierte Roig, que además propone 5 innovaciones que toda organización debería acometer en 2020:
Actualizar el plan de compensación para reconocer a quien lo merece
La desmotivación no es casual. En muchas ocasiones tiene que ver con que el desempeño excelente pasa sin pena ni gloria por las evaluaciones anuales. De ahí que Recursos Humanos deba “implementar un plan de compensación adecuado o refrescar el ya existente”.
Contratar personas alineadas con el propósito de tu empresa
La química no es solo para las relaciones de pareja. Tiene que haber conexión, una vibración mutua entre la razón de ser tu empresa y lo que mueve a tus empleados en lo profesional (y en lo personal). Si esta química no existe es que estás contratando mal o que no estás dando a conocer la personalidad y la visión de la compañía.
Impulsar tu marca empleadora para atraer y retener a los mejores
El employer branding no es la palabra de moda, sino una manifestación de lo que la empresa ofrece a quienes desarrollan su carrera en ella. Es esencial distinguirse de la competencia, sobre todo cuando nuestra localización no es la más atractiva, nos es difícil competir en salarios o necesitamos fidelizar a nuestra plantilla.
Renovar tu propuesta de valor al empleado
La percepción que los trabajadores tienen de su empresa depende de los retos y el aprendizaje que esta les ofrezca. No se trata de ser los más modernos, sino de adelantarnos e implementar mejoras coherentes para que nuestro negocio ofrezca un proyecto atractivo cuando otros aún no lo han hecho. Aquí entrarían las oportunidades de desarrollo, los beneficios laborales o el llamado salario emocional.
Mejorar la experiencia de los trabajadores para batir récords
El culmen todo lo anterior, teniendo en cuenta las características de las generaciones a las que queremos atraer, es la mejora de la calidad de vida laboral. Renovar las dotaciones, adaptar procesos a las nuevas generaciones, eliminar anacronismos, contar con líderes inspiradores que prediquen con el ejemplo o fomentar el trabajo por proyectos aportarán la frescura que todos necesitamos para estar comprometidas.
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